El pasado 21 de febrero de 2021, con motivo de la reciente celebración del Día de los Enamorados y bajo el título de “Amor infinito para tiempos finitos”, la Juventud Idente puso en marcha un coloquio para hablar sobre una realidad que nos atañe a todos: el Amor.
¿Qué es el Amor? ¿Cómo vivimos el Amor? ¿Nos sentimos libres para Amar?…
Muchas veces el amor representa una incógnita más que una realidad, en la que estamos sumergidos, a través del cual podemos vincularnos al otro. ¿Tu también te lo preguntas?
Tras unas preguntas al público para abrir el coloquio, dimos paso a una charla online de Christopher West y, por último, contamos con la presencia del p. Luis Casasús, Superior General de los Misioneros Identes (como testimonio de un amor consagrado) y con Fermín e Irantzu, antiguos jóvenes profesores de JI quienes nos contaron su testimonio de amor en el matrimonio.
En el coloquio online participaron más de medio centenar de personas de diferentes realidades y profesiones. Para finalizar, se abrió un turno de palabra para que el público expusiera sus preguntas e inquietudes.
¡Fue una gran experiencia! Compartimos a continuación algunas frases de sus testimonios.
El amor es una “enfermedad”: puedo decir que no al Amor pero eso cuesta muy caro. No puedo dejar de soñar, necesito vivir eso, aunque no sea fiel o cometa equivocaciones.
El Señor me dijo en una Eucaristía que Fermín iba a ser mi marido
El Amor se va afirmando con la experiencia: va satisfaciendo una necesidad muy profunda, incluso escondida. Lo que verdaderamente deseamos, como aparece en el Evangelio, es entregar nuestra vida a alguien. La pista, el aroma de lo que es el amor es que tus sueños se van realizando.
En nuestra etapa de noviazgo, dedicábamos nuestro tiempo a los demás. Ahí descubrí unas virtudes de Fermín que me enamoró. En diferentes ámbitos puedes verdaderamente conocer a la persona.
Al principio tendemos a ser más egoístas porque no tenemos experiencia del amor. Tenemos que hacer un esfuerzo para ponerte en el lugar de esa persona.
Lo que alimenta ese Amor es darte cuenta hasta que punto lo necesita esa persona.
Todos buscamos ese amor y para vivirlo plenamente: es un “todo o nada”. Todo tiene su esfuerzo porque renunciar a una comodidad cuesta mucho, pero a la larga te da la auténtica felicidad.
Lo que yo he vivido, quiero compartirlo con los demás.
El amor no desaparece, se transforma: mi experiencia es que cada vez es más exigente y me descubre cosas que aún no había entregado, no porque sean malas sino porque los demás lo necesitan.
Siempre nos han vendido el amor como «flechazo» y no es así. El amor es esfuerzo, trabajo diario…
Como personas vamos cambiando, vamos madurando. Es descubrir cada día a esa persona, ese amor, para que siga creciendo.
Uno de los pilares es que compartamos lo más profundo, un plan en común. También la confianza depositada en nosotros a pesar de nuestra poca experiencia.
Una fe compartida es nuestro pilar. También, algo fundamental es el humor en el día, que disipa cualquier crisis.
Si el amor lo conozco por contagio también lo contagiaré. También, la unidad es lo que más llama la atención. Esto es el principio de la fecundidad.