La historia de Carmen Díaz y su labor en Bébedja (Chad)

En septiembre de 1999, Carmen Díaz Domínguez, natural de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) y miembro de la Fundación de Juventud Idente, junto a dos compañeras, llegó a Yamena, la capital de Chad. Su destino final fue Bébédja, una localidad en la región del Logone Oriental, con la misión de establecer una presencia solidaria y educativa en la zona.

Carmen Díaz recuerda sus inicios: “Allí ya había una misión llevada por dos congregaciones religiosas, una masculina de origen canadiense, que se ocupaba de un liceo, y una femenina que gestionaba un hospital”. Tras dos años de adaptación, Carmen detectó una necesidad urgente: la ausencia de educación preescolar en la región. Así, nació la idea de crear una escuela materna.

La Creación de la Escuela Materna

En aquel entonces, los niños de la zona comenzaban su educación formal entre los 5 y 6 años, dejando a los más pequeños sin opciones educativas. Al ver la abundancia de niños entre 3 y 6 años, Carmen y su equipo decidieron abrir una “escuelita” para brindarles educación temprana. Con la ayuda de una religiosa local que hablaba gambay, la lengua materna de los niños, se pusieron manos a la obra.

Cada día, Carmen y su compañera religiosa planificaban actividades educativas para enseñarles francés, la lengua oficial del Chad junto al árabe. La aceptación y el entusiasmo de los niños fueron inmediatos, y pronto la pequeña escuela se llenó de vida y aprendizaje.

La dedicación y el esfuerzo de Carmen y su equipo dieron sus frutos. La escuela materna no solo logró establecerse, sino que también obtuvo el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación de Chad. Esta validación permitió que la escuela ofreciera una educación basada en valores cristianos, abierta a todos los niños de la región.

Para sustentar y desarrollar la escuela, se necesitó un apoyo económico considerable, que llegó principalmente de diversas regiones italianas. Gracias a esta ayuda internacional, la escuela pudo crecer y consolidarse como un pilar educativo en Bébédja.

Carmen Díaz Domínguez y su equipo lograron transformar la vida de muchos niños y niñas en Chad, proporcionando una base educativa sólida y esperanzas de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de dedicación y cooperación en la mejora de la comunidad.

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